miércoles, 3 de febrero de 2010

GERARD QUINTANA: EL PLACER DE LA BUENA MUSICA Y LA BUENA CONVERSACION

Hace unos días tuve la oportunidad de poder entrevistar en Rockola FM a uno de los músicos más interesantes, versátiles y heterodoxos que han surgido en los últimos años en Catalunya: Gerard Quintana. Personalmente, le conocí hace muchos años, cuando aún en Sopa de Cabra, le entrevisté para Heavy Rock con motivo de la salida de su disco 'Mundo Infierno', y aunque conocía su trayectoria en solitario, no había tenido ocasión de volver a hablar con él.
Ya está a la venta su nuevo trabajo, 'De Terrat En Terrat', disco muy variado en lo musical, que toca muchos palos diferentes -desde una personalísma mezcla de ritmo latino/reggae en "Marina" a la rumba catalana en "Laberint", pasando por preciosas baladas como "Quan Sol"- que tiene también como aliciente la producción de Albert Plá.
En esta entrevista, además de conocer más en profundidad como ha sido todo el proceso creativo de este disco, que tiene a Barcelona como ciudad multicultural y multicolor como caja de resonancia de sonidos, ritmos, sonoridades y paisajes musicales, puedo decir que tuve la enorme satisfacción de tener la sensación -no siempre habitual en mi trabajo como periodista- no de hacer simplemente una entrevista de promoción, sino de tener una conversación abierta, estimulante, agradable, con un músico cuyas inquietudes van mucho más allá de su propia música.
Hablamos de rock, del rock catalán, de como ha evolucionado la música en Catalunya, de libros, de política, de sus experiencias personales, de la polémica con la SGAE -acertadísima, a mi juicio, la opinión de Gerard sobre esta controvertida institución, cada día más parecida a una inspección de hacienda que a una verdadera sociedad de gestion de los intereses de los autores- ... quiero destacar especialmente una reflexión que Gerard hizo sobre como ha evolucionado el panorama musical de Catalunya, que me parece muy interesante: Gerard recordaba como por ejemplo, uno de los fenómenos más interesantes de la música popular en Catalunya másreciente fue el fenómeno del mestizaje y como por un lado, Manu Chao, Dusminguet, Ojos de Brujo, etc. formaban parte de un movimiento que era en esencia multicultural, que se expresaba tanto en castellano como en catalán, francés o árabe, fruto de esa diversidad y esa transversalidad que existe en Catalunya por la inmigración. Y ello, al lado de ese nuevo y heterogéneo movimiento de música en catalán que protagonizan Estanislau Verdet, Cesk Freixas, Anna Roig, Elená, La Brigada, Manel...
Una reflexión que me pareció muy ilustrativa acerca de como la música, el arte, el rock, es esencialmente intercambio, aproximación, fusión... y que desmonta a mi juicio, muchos de los absurdos prejuicios que desde determinados medios de Madrid, bien sea por ignorancia o por intereses político-bastardos, se trata de fomentar.
Al día siguiente, pude verle con su banda en directo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Un concierto muy entretenido, muy dinámico, en el que el propio Gerard, en sus monólogos y reflexiones entre canción y canción hace gala de un agudísimo humor y de mucha imaginación. Además de tener en su banda a dos músicos excelentes, que personalmente me impresionaron mucho: su guitarrista, Françesc Bertran y la excelente clarinetista Judith Farrés.
Un artista heterogeneo y aconvencional, para mentes abiertas, que desde aquí recomiendo sinceramente a quien todavía no le conozca más que de sus tiempos de Sopa de Cabra.
El enlace para escuchar la entrevista es el siguiente:
http://www.rockola.fm/artista/Gerard+Quintana

Ya me contaréis...

martes, 2 de febrero de 2010

BARON ROJO: LA MAGIA NO SE ROMPERA...

Agotado el papel desde más de dos semanas antes, y siendo la primera vez en 21 años en que el Barón sobrevolaba su ciudad natal, su Madrid con los cuatro músicos que lo crearon y lo llevaron a lo más alto, se vivía en el ambiente una atmósfera propia de gran evento, de acontecimiento que se esperaba casi podría decirse que con ansiedad. Y ello era realmente gratificante sobre todo al comprobar como casi la inmensa mayoría de gente que acudió al concierto eran chavales muy jóvenes, que en su inmensa mayoría no pudieron ver los conciertos de la formación original de de los 80, pero que a lo largo de todos estos años, han apreciado y han hecho suyas esas maravillosas canciones que escribieron la historia de los mejores años del rock duro español.

Las expectativas no resultaron defraudadas en absoluto. Gran concierto, con la banda sonando a la perfección, dándolo todo y ofreciendo un espectáculo de tres horas de duración en el que todo lo mejor del Barón sonó a gloria y en el que se consumó una jornada histórica.

En cuanto al set, muy similar al que tocaron en el Metalway del pasado verano, abriendo con una intensa y sentida versión de “Concierto Para Ellos”, con una gran pantalla detrás en la que se iban superponiendo diversas fotos de los muertos del rock protagonistas de la canción. Muy pronto, “Tierra de Vándalos”, “Campo de Concentración”, “Tierra de Vándalos” o “Herencia Letal” entre las primeras de esta primera parte del concierto daban la tónica general de lo que iba a ser la actuación: el grupo muy sólido, muy compacto, muy entregado, –Armando de Castro no paraba de moverse, de saltar, de ir de un lado para otro del escenario- y a pesar de lo extenso del concierto, manteniendo a lo largo de las tres horas un ritmo muy alto, muy fuerte, en el que Sherpa cantó de maravilla y Carlos de Castro, que cuando tenía que llevar antes el peso de ser el cantante durante toda la actuación en más de una vez noté que le costaba mucho llegar a partir de determinado momento del concierto, ahora lógicamente no tiene que esforzarse tanto y cuando canta sus temas puede tirar hacia arriba y darlo todo. También hay que mencionar como uno de los momentos más fuertes del show el solo de batería de Hermes, verdaderamente sensacional.

Personalmente disfruté muchísimo de la intensa interpretación que hicieron de una de sus mejores baladas, “Tierra de Nadie”, de la siempre emotiva “Se Escapa El Tiempo”, del siempre corrosivo “Son Como Hormigas”, aplaudidísimo por todo el público, en especial por como los presentó Sherpa haciendo alusión que aunque nunca les ha gustado ir de profetas, la letra de la canción sigue siendo una amarga realidad en ciudades como Madrid y por supuesto, según se avanzaba hacia el final de la actuación, el trepidante “Con Botas Sucias”, “Los Rockeros Van Al Infierno”, por supuesto el imprescindible “Resistiré” –a pesar de los problemas técnicos que Armando tuvo con su guitarra en el arranque de esta canción- y en el final, la siempre esperadísima “Siempre Estás Allí” e “Incomunicación”.

Para alguien como yo, que viví en los 80 descargas de Barón Rojo tan inolvidables como las actuaciones del Pabellón del Madrid donde se grabó el ‘Barón Al Rojo Vivo’ o el histórico concierto del San Isidro’85 en el Paseo de Camoens ante 25.000 personas, obviamente, volver al ver a esos cuatro músicos juntos en un escenario haciendo un concierto de auténtico Heavy Metal con la fuerza, la energía y la magia que les caracterizó siempre fue una experiencia maravillosa, que también tenía –no hay por que negarlo­- también un punto de nostalgia. Pero por encima de ello, y como decía al principio de esta crónica, ver como centenares de chicos y chicas que quizá ni habían nacido cuando los Barón Rojo originales hicieron sus últimos conciertos, disfrutaban, cantaban y se emocionaban en esta actuación me convence y reafirma en que si este Barón se mantiene en este nivel… sólo el cielo es el límite.